sábado, 8 de abril de 2017

Yo temo

¿Por qué vivir acosado por sombras,
por entes tan omnipresentes?
Darle tanta importancia a delirios,
perseguirme por el espanto de que, quizá,
en algún punto, me los crea realmente.

Están en el rincón más perturbado de mi mente,
aquel que dibuja pesadillas y tormentos
cual talentoso y despiadado artista
que disfruta torturándome con sus imágenes
y con sus palabras de derrota.

Son miedos necesarios, aún así, 
porque, al existir en mi cabeza,
su macabro origen tiene un porqué.
Son lecciones, piedras, obstáculos,
pequeños trozos de mis propios demonios.

Quizás algún día, en mi atormentado ser,
mis temores se irán con el viento,
como hojas en el cálido otoño,
como fantasmas chillones,
que buscan paz en el anhelado olvido.