Te vi volando entre algodones,
brillando más que cualquier estrella.
Un ser precioso hecho dulzura,
un ángel digno de apreciar.
En el instante en el que te abrazo,
es mi segundo más vital.
Y se siente la dicha de tenerte,
de saber que estás acá.
Y eso es suficiente para mí, hoy.
Ahora puedo vislumbrar el cielo,
gracias a la magia de tu voz.
Quizás tu canto tan sublime,
me quite la respiración.
Inventaría mil momentos con vos,
para no verte sufrir nunca más.
Y llenaría de risa al aire,
para que respires felicidad.
Y veré tu vida con mis ojos,
sin sombras que tapen el sol.
domingo, 12 de mayo de 2013
jueves, 2 de mayo de 2013
Cenizas latentes
Te vi, esperabas lanzarte a algún lugar.
La vida nos hizo reencontrarnos,
y quizá, de repente, en ese raro instante,
tus ojos me devolvieron el aliento.
Te miré, veías al vacío, perdida.
Hay cosas en vos que vislumbré,
y conectando miradas descubrí
que alejarme fue prudente, fue mejor.
Fue extraño observarte, ver y sentir lo mismo,
ese ardor en mi pecho, ese picor en mi espalda.
Sentir alas y elevarme hacia el umbral,
donde ya ni Dios me iba a poder parar.
Aunque devaluaste mi amor,
aunque me hayas matado en vida,
fueron sentimientos encontrados,
aquel día, en aquella esquina.
Pero sos jóven, no sabés lo que es amar.
La vida nos hizo reencontrarnos,
y quizá, de repente, en ese raro instante,
tus ojos me devolvieron el aliento.
Te miré, veías al vacío, perdida.
Hay cosas en vos que vislumbré,
y conectando miradas descubrí
que alejarme fue prudente, fue mejor.
Fue extraño observarte, ver y sentir lo mismo,
ese ardor en mi pecho, ese picor en mi espalda.
Sentir alas y elevarme hacia el umbral,
donde ya ni Dios me iba a poder parar.
Aunque devaluaste mi amor,
aunque me hayas matado en vida,
fueron sentimientos encontrados,
aquel día, en aquella esquina.
Pero sos jóven, no sabés lo que es amar.
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