y aún así, surgen versos tristes...
Sumido en la melancolía,
siento al viento de la noche.
Bailando en el cielo,
y cantando penas eternas.
Pensar que ya no está,
saber que la perdí.
Oír su voz en mi habitación,
que es más fría sin ella.
Y mis versos inundan el alma,
como el mar inunda la costa.
Ya este amor no importa,
y si importara, ¿por qué no está conmigo?
Y aquí, cayendo aún más bajo,
te escribo estas palabras,
porque mi amor era infinito,
porque mi amor es contradictorio.
Pensar que te tuve en mis brazos,
recordar que besé las perlas de tu piel.
Sentir que me reflejaba en tus ojos,
mientras te abrazaba para jamás soltarte.
Pero aunque yo siempre te quise,
vos me quisiste de a ratos.
Ahora lo se, mi amor inconfesable,
para vos, fue una miseria.
La luna se oculta
para disfrazar sus lágrimas,
en esta noche que, por siempre,
recordaré el infinito pesar,
de no tenerla más conmigo.
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