Es la sombra de un ángel,
la estela de una estrella fugaz.
Es el aroma a rosas en mi jardín,
y también, la sangre que corre en mis venas.
Daría todo por ella,
por ese pedacito de cielo estrellado
que me hace volar alto,
que me hace sonreir tanto.
El mundo envidia tus alas,
desplegadas en medio de las penas.
Sos un ángel, y volando vas,
directo hacia tus sueños.
Recordaría cada momento con vos,
sería único, efímero e interminable,
porque no encontraré a otra dulzura
que endulce mis oídos como lo hacés.
Si un pétalo llega a mi rostro,
bajo la brisa de tu cantar,
prometo cuidarlo como oro,
porque vos sos lo que vales más.
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