viernes, 1 de noviembre de 2013

Momentum

Tu lejanía sangra,
tu sombra entristece mi nostalgia,
tu aroma me recuerda el dolor de tu ausencia,
áspera y punzante como la vida misma.

Las sillas rechinan crujientes,
la cama ruega por tu suave tacto,
y el vacío que dejó tu voz
hace eco en mi dolorida alma en pena.

Deseo que me cubra el velo de la noche,
y me desaparezca entre sus estrellas.
Y que quede de mí sólo mi aliento,
el último testimonio de nuestro amor.

Desde las infinitas sombras,
anhelo tu piel, más que a la vida.

jueves, 31 de octubre de 2013

Mea culpa

Nubes de tormenta me impiden ver el Sol.
Ellas, ahí, expectantes,
suspirando descontentos y desilusiones,
se ciernen sobre mí, desde el lejano Junio.

Buscarán torturarme con viejos pasados?
Quizás matarme de un humillante dolor?
O mutilar mi débil e incapaz corazón?
Sólo ellas, suaves como algodón, saben mi desenlace.

Inevitablemente, irremediablemente.
El juicio final.

Se me ocurrió preguntarme, rodeado de oscuridad,
si alguien escucharía a mis inútiles plegarias, desangradas.
Se me antojó averiguar, así de casualidad,
si la piedad me salvaría del cercano abismo.

Son momentos de terror, de pura transparencia,
de luz, sombras y alguna que otra lágrima.
Cada vidrio incrustado, que anhela libertad,
hace morir de a poco a mi decadente alma.

Imposible se me hace no necesitarte,
en éstos, mis últimos momentos.
Pero inalcanzables están tus ojos,
lejana tu boca y muerta mi vida.

En guerra conmigo mismo,
en las sombras me enredo.

Y ya no veo salida, me aterro.

viernes, 28 de junio de 2013

Utopía

Que la melancolía no me de su húmedo abrazo,
en las noches inquietas de éste frío Mayo,
donde las almas se pierden entre nubarrones,
y los gritos mueren ahogados.

Que el destino me libere de vos,
y que se quemen mis pedazos de amor.
Un hechizo infinito que de mí te logre extirpar,
y que sea sin anestesia, sin suturar.

Que tu boca no me haga desear la fatalidad,
creo que pierdo la noción de mi borroso entorno.
Yo quiero ser sin vos, desconectarme de la ilusión,
que en el cielo de mis días, tu recuerdo me deje vivir.

Que no me enreden tus palabras desoladas,
quiero por fin bajar la guardia, ser en paz.
Que el sol se lleve tu luna y tus males,
pintar el paisaje color soledad.

Que el tiempo no pare, ni el tuyo ni el mío,
vengo con terror de atascarme en tu recuerdo.
Cada pesar me recuerda tu pelo o tus ojos,
y me da la absurda sensación de caer al vacío.

Mi memoria padece la constante presencia
de ésta, nuestra trágica historia.

domingo, 12 de mayo de 2013

Encuentro

Te vi volando entre algodones,
brillando más que cualquier estrella.
Un ser precioso hecho dulzura,
un ángel digno de apreciar.

En el instante en el que te abrazo,
es mi segundo más vital.
Y se siente la dicha de tenerte,
de saber que estás acá.

Y eso es suficiente para mí, hoy.

Ahora puedo vislumbrar el cielo,
gracias a la magia de tu voz.
Quizás tu canto tan sublime,
me quite la respiración.

Inventaría mil momentos con vos,
para no verte sufrir nunca más.
Y llenaría de risa al aire,
para que respires felicidad.

Y veré tu vida con mis ojos,
sin sombras que tapen el sol.

jueves, 2 de mayo de 2013

Cenizas latentes

Te vi, esperabas lanzarte a algún lugar.
La vida nos hizo reencontrarnos,
y quizá, de repente, en ese raro instante,
tus ojos me devolvieron el aliento.

Te miré, veías al vacío, perdida.
Hay cosas en vos que vislumbré,
y conectando miradas descubrí
que alejarme fue prudente, fue mejor.

Fue extraño observarte, ver y sentir lo mismo,
ese ardor en mi pecho, ese picor en mi espalda.
Sentir alas y elevarme hacia el umbral,
donde ya ni Dios me iba a poder parar.

Aunque devaluaste mi amor,
aunque me hayas matado en vida,
fueron sentimientos encontrados,
aquel día, en aquella esquina.

Pero sos jóven, no sabés lo que es amar.

jueves, 25 de abril de 2013

La cicatriz del fresco olvido

Busco siempre un instante, un momento
para sentirte siempre.
Y en los muros de tu indiferencia,
naufraga mi triste voz.

Necesité respirar tu aliento,
sobrevivir con tus caricias.
Ahora ya no se cómo vivir,
pues mi alma es ya posesión del frío viento.

Solía florecer al cruzarnos miradas,
y en algún lugar de vos, me perdía.
Y no sólo te besaba,
le susurraba mi amor a tu boca.

Ahora sólo te cruzo en mis sueños,
tu nombre sabe aparecer de la nada.
Acariciarte, de eso se trata,
pues soñar es sentir, es saber.

Pero ahora no basta con saber.


martes, 2 de abril de 2013

Fantasma errante

Caminando por un desierto en penumbras,
recordando cuando eras mía.
El frío me impide ya sentir,
pero aún puedo recordar.

Su cabellera castaña, danzando con el viento,
y sus ojos pardos jugando con el cielo.
Quizás tenía la sonrisa más bella de todas,
de ésas que son sinceras y perfectas.

Así la recuerdo.

Me sonreíste y mis defensas quebraron,
descubrí lo débil que podía ser.
Y lo supe cuando te abracé,
que nunca te iba a dejar ir.

Y me preguntaba si sentías lo mismo que yo.

Solíamos ver las estrellas,
confesar nuestros secretos,
amanecer unidos en un abrazo.
Solíamos ser el mismo ser.

Podía detenerse la Tierra, no importaba,
yo vivía sólo en tu mirada.
Pero lo irónico es que, en tus pupilas,
mi mundo tuvo su fin.

Y me pregunto si sentiste lo mismo que yo.

Mi paraíso quedó enterrado en sal.
El tiempo pasó sin hacerse notar.
Te fugaste de mi amor,
te desvaneciste así, sin más.

Tal vez te hayan robado el corazón,
o alguna fatalidad nos alejó.
No te quiero en recuerdos,
quiero carne, hueso y corazón ante mi.

Pero no pienso rendirme,
negociaré y pelearé.
Porque lo supe cuando te vi,
que no te soltaría jamás.

Mis planes quizás fracasen,
algunos sueños quizá no se alcancen.
Pero siendo muy honesto,
¿qué es el amor, si no hay piedras en medio?

Y me pregunto si sentirás lo mismo que yo.

viernes, 8 de marzo de 2013

Rompecabezas y ahorcados

Últimamente, vivo en una inestable parábola.
No se dónde estoy parado, si sobre mármol, o sobre arena. 
Mi cerebro es un auténtico huracán,
un torbellino de penas y pesadillas.
Y ésta locura parece no tener fin.
¿Será un eterno tormento?

No hay amanecer. No hay crepúsculo. Sólo un claroscuro.
El día no augura felicidad. La noche desprende sólo melancolía.
Ni siquiera el irme hacia el hostil horizonte me calma, 
aquél frío lugar donde sólo encontraré las cimas brumosas de mis desgracias.
Ahora estoy atrapado en una red ajena, llena de confusión e ilusión.

El viento me susurra derrota; el sol me ciega, no me alumbra.
Siento truenos y bramidos en mi oído medroso,
que no me dejan seguir derecho y en paz.
¿Podrá ser que todo sea una señal,
de que ya no hay nada para mí acá?

No veo estrellas en el cielo,
ya perdieron el blanco de su brillo.
Ahora es sólo una bóveda color gris,
sin nada especial ni verdadero,
un infinito platinado e inexpresivo.

En ésta enredadera que ahora es mi vida,
se confunden las sombras con las luces.

martes, 12 de febrero de 2013

Infarto letal

La vida abrió ventanas, 
que cegaron mi razón.
Entraste como dulce brisa,
a entregarme oídos y corazón,
y yo caí como un inocente niño.

No veo retorno de este crudo abismo,
no soy tan fuerte para trepar a la luz.
Encuentro imposible ya vivir,
si te conviertes en un fantasma
que me atormente de por vida.

Venís, me hablás y te esfumás,
cual picaflor en primavera.
La pena es tan grande, 
y mis brazos ya no aguantan,
cargar con esta pesada cruz.

Pero mi corazón es mi mente,
y sigue con esta eterna tortura.
Mis latidos son mi voz,
que susurra, languideciendo,
un sentido y fuerte "te amo".

miércoles, 30 de enero de 2013

Divinura

Es la sombra de un ángel,
la estela de una estrella fugaz.
Es el aroma a rosas en mi jardín,
y también, la sangre que corre en mis venas.

Daría todo por ella,
por ese pedacito de cielo estrellado
que me hace volar alto,
que me hace sonreir tanto.

El mundo envidia tus alas,
desplegadas en medio de las penas.
Sos un ángel, y volando vas,
directo hacia tus sueños.

Recordaría cada momento con vos,
sería único, efímero e interminable,
porque no encontraré a otra dulzura
que endulce mis oídos como lo hacés.

Si un pétalo llega a mi rostro,
bajo la brisa de tu cantar,
prometo cuidarlo como oro,
porque vos sos lo que vales más.

domingo, 27 de enero de 2013

Solamente vos

Ni la belleza de mil rosas,
ni el carmesí de sus pétalos,
se comparan con la finura
de sus perfectos labios.

Ni el brillo de la perla más preciosa,
la que se halla en el fondo del indescifrable océano,
puede medirse con el de su sonrisa,
que ilumina cada segundo mi alrededor.

Ni el canto del ruiseñor por la noche,
ni el de la alondra por la mañana,
es igual al de su voz de sirena,
tan melodiosa y abundante.

Es típico confundirla con un ángel,
pues ni siquiera su hermosura es pecaminosa.
Su poder hace volar mis pensamientos,
tan reales como éstas justas palabras.

En su mirada encuentro mi cielo,
mi utopía, el umbral de la felicidad.
Y cuales flechas atraviesan el blanco,
sus ojos se mezclan con los míos.

En su presencia me siento diferente,
que soy indestructible, incandescente,
y encuentro paz en el cristalino reflejo
de tu curvilínea y negra sombra.

Todo esto, toda esta alegría, este amor,
lo causás vos, mi reina, mi diosa, mi musa.

Solamente vos, nadie más que vos.

lunes, 21 de enero de 2013

In love

Cual trapecista en una cuerda floja,
vivo al filo de caer en el rechazo,
o de ver en las alturas infinitas,
la inmensidad del amor que te tengo.

Un amor que vence y lo puede todo,
que nos hace ser un plural de dos mitades,
viviendo sin deberle nada a nadie,
sumergidos en un mar de cariño.

Entremezclados en matices aterciopelados,
distorsionados por el claroscuro de una mirada.
Así estamos, siendo nuestros, nosotros,
perdidos, pero en constante encuentro.

En la lejanía, profunda y desesperante,
pinto las nubes del color de tus ojos,
para tenerte siempre presente,
hasta en la penumbra más abundante.

Con vos siento que vuelo,
que floto, que planeo,
que vuelo más alto,
que caigo.

Se siente hermoso.

Cada día te regalo mi asombro,
como quién se deja llevar inconscientemente
por un viento de incertidumbre,
bañado en intriga y deseo.

Tu nombre, el vocablo más perfecto que brota de mis labios,
le da significado a mi incompleta vida,
y que al ser tiernamente nombrado,
queda atado a mi vida.